El periódico Reforma publicó un reportaje sobre la elección “democrática” de Napito en la que demostró una vez más su desprecio por los mineros, por la transparencia, por la democracia y por la ley.
Aunque la reforma laboral obliga a los sindicatos a llevar a cabo elecciones democráticas y el gobierno federal ha hecho incapié en la modernización del sindicalismo mexicano, Napoleón Gómez Urrutia fue reelecto “democráticamente” por medio de un proceso electoal turbio en el que no hubo competencia, el candidato único era él y “ganó” con el 99% de los votos.