Napoleón Gómez Urrutia demostró que la mejor inversión financiera que ha hecho con los 55 millones de dólares que les robó a los ex trabajadores mineros fue invertirlos en el financiamiento de las campañas de Morena.
A cambio, en lugar de obligarlo a cumplir la ley y devolver el dinero que robó, le dieron un jugoso contrato por 6 años como senador, con inmunidad legal y política, además de un jugoso sueldo y prestaciones.