El cuestionado senador de MORENA y líder del Sindicato Minero, Napoleón Gómez Urrutia logró torcer la ley una vez más. Después de 12 años de litigio, Napito logró ser reconocido como trabajador minero de Minera Mexicana La Ciénega, de Grupo Peñoles. Con ello, la empresa estará obligada a pagarle salarios caídos desde 2008 por más de un millón de pesos. Lo que Napito no ha presumido es que ese trabajo le fue regalado por su papá, el entonces líder del Sindicato Minero, Don Napoleón Gómez Sada, para poder heredarle la conducción del Sindicato.